lunes, 26 de septiembre de 2016

jueves, 22 de septiembre de 2016

CAVILACIONES DE ANDAR POR CASA



Cuando atopo un encruz de caminos, nun sé bien lo que facer, 
ye lo malo...
si tiro pol diestru, malu, 
si tiro pol izquierdu, tamién. 

Como nun valgo pa tar quieta, yo entamo, pa onde sía, 

y voi con cuidiao pa ver
si voi viendo
lo que se me vien enriba, 
fartuca de llevar tantu pesu a recostines, 
dacuando costar, 
nun te voi engañar, 
pero voi y brincu d'un lláu pa otru 
y ye que tengo'l pescuezu desbordau. 

Toy cansá de la xente,

toy cansá de emburriones, 
toy cansá de decite y de explicate... 
Total... pa qué, 
nun tien sentíu y enxamás lu va tener. 

Quédenme les semeyes na cabeza. 

Perguapes. 
Prestoses. 
Pero fórguenme los güeyos yá de tantu querer vete, 
nun soi capaz d'alendar  por querer golete, 
y nun faigo más que rabiar.

Los deos 

ficiéronseme trenzes 
y agora yá nun voi poder tocate más. 

Cuántes fueyes en blancu, 

cuantos  llares por enllenar. 
Cuantos focicos,      a lo fato, 
cuantes llárimes nel bardial.






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Cuando encuentro un cruce de caminos, nunca sé lo que hacer, 

es lo malo...
si tiro por el diestro, malo, 
si tiro por el izquierdo, también. 

Como no  valgo para estar quieta, yo organizo, para donde sea, 

y voy con cuidado para ver
si voy viendo
lo que se me viene encima, 
harta de llevar tanto peso a la espalda
a veces me cuesta, 
no te voy a engañar, 
pero voy y salto de un lado para otro
y es que tengo el cuello desbordado. 

Estoy cansada de la gente,

Estoy cansada de empujones, 
Estoy cansada de decirte y de explicarte. 
Total... para qué, 
no tiene sentido y jamás lo va tener. 

Me quedan retratos en la cabeza. 

Bonitos. 
Agradables. 
Pero me duelen los ojos ya de tanto querer verte, 
no soy capaz de respirar  por querer olerte. 
y me da tanta rabia.

Los dedos 

se me hicieron trenzas 
y ahora ya no podré tocarte más. 

Cuántas hojas en blanco, 

cuantos  hogares por llenar. 
Cuantas malas caras,      a lo tonto, 
cuantas lágrimas en el zarzal.


martes, 20 de septiembre de 2016

SÓLO A VECES




A veces me rompo,
me rasgo, 
me desgarro,
me desahogo,
me cierro en banda,
me descompongo.

A veces me pliego, 
me solapo,
me doblo,
me desdoblo
y me vuelvo a doblar.

A veces me hago,
me deshago,
me caigo,
me desespero,
lloro,
me ahogo,
me desabrocho,
me retuerzo, 
me despellejo viva,
me piso.

A veces me doy la vuelta
de adentro afuera,
de un lado a otro,
de norte a sur
o viceversa.

A veces me duelo,
me desvelo.

A veces me toco
en clave de sol.


A veces muero un poco.
Otras no.

A veces me siento 
o caigo de rodillas
y observo como la gente se rompe,
se rasga,
se desgarra,
se dobla,
se desdobla...

y así sucesivamente...




ESTRELLA BIPOLAR







En su día lo llevaba yo.

Ahora el destino se ocupa de ese asunto.


La promesa de la estrella bipolar
entró en modo bucle,
quizá en "standby".

Con ese piloto insolente, 
impertinente,
que parpadea a la vez que mis ojos,
y nunca lo pillo
porque siempre coincidimos.



Y aquí me veo,
barriendo esquirlas de luz por todas mis esquinas.

Recogiendo,
 a la vez que recojo lo que queda de mí misma.

Limpiando el polvo estelar que dejaste.

Ese polvo de los astros 
que se han ido apagando,
que nunca volverán a brillar tanto como aquella noche.


¡Pero qué bonitos eran!
¡Cuánta luz nos dieron!

Sí.





miércoles, 14 de septiembre de 2016

VESTIGIOS



Villaricos (Cuevas de Almanzor) Almería


Que la roca se bañe en ese engalane perpetuo que le da la ola,
la que se vista de sol
    y de luz
    y de verde mar.

Que brille.

Que baile la ola,
esa que llega, araña al guijarro y se va airosa
emitiendo melodías cíclicas e hipnóticas.

Que baile, en el movimiento eterno que le da un viento,
cálido a veces, siempre mecedor.

Merecedor.

Que descanse luego y se recoja sobre sí (misma)
haciendo nudos de gotas infinitas en la orilla, 
rozando mis pies, 
meciéndose eterna.

Delicada.

Que siga soplando el viento, que  se enfade el aire 
y se deje caer en picado al océano, 
llenándolo todo de espuma de mar y de cabezas despeinadas.
Que llueva, joder, que llueva.

Que el mar moje mi tierra siempre,
que no pierda su esencia,
ni su entidad,
su olor dulce,
                     su olor salado 
y vivo.

Que sus colores no se pierdan,
ni sus brillos de plata al atardecer
y que siga siendo fiel espejo de la luna
esa que siempre se mira en él.

Que la hierba peine su melena 
con el susurro que le da el viento del norte
de los prados salvajes...

Y que todos lo vean con ojos de agua transparente.

Que lo pinte el pintor.
Que lo escriba el poeta.
Que lo toquen los músicos.
Que lo esculpa el artista.
Que lo dance la bailarina,
    de noche,
        en silencio,
            de puntillas.

Que quede huella,
limpia,
siempre.

jueves, 1 de septiembre de 2016

BRECHAS



Atrapando musas, Audrey sonreía enmarcada desde la pared.
Sus ojos de papel pintado tenían la vida que a mí me faltaba.

Reían.

Y me vio,
             cansada.

Apática, sin nada en la mente. 

Mi lápiz roto
                   y tu ausencia presente.


Pasaron dos días, tal vez dos años,
y la arena ya no hacía daño en mis pies descalzos.
Con las plantas destrozadas, 
                                         no hacía pasos 
                                         ni caminos.

Pero mis manos mojadas
araban la tierra donde ayer mismo plantabas simiente.


No me mires, no te rías.


Las piedras dejan de pesar cuando tienes los bolsillos rotos.
Y el necio vuelve a intentar llenarlos.

El juicio también se esfuma por las brechas 
y espirales negras de un alma vacía.

Nada pesa tanto como la cobardía.


No me mires, ni te rías.


Cubriré tu rostro con la sábana de mi vergüenza 
y no volveré a contemplarte
y encarcelaré  mis ojos 
tras unos párpados 
flojos, 
          caídos 
                     y muy mojados en la sal que me sobra.