viernes, 27 de julio de 2018

L'AIRE MUGOROSU



Yérase una vez que,
fartuca de la so vida,
naguose-y encarase con ella
Y garrola bien fuerte pela pechera
pero escapábase-y pente los deos,
     
como les areñes,
            como l'agua,
                       como l'aire que , ranciu del too,

ya non-y daba más alendar...

Y dexolu d'afechu pa quien se-y antoxara alendalu
Asina con esi mugor.

Ella ya non...
Ya non...

Foi pertriste vela morrer d'eses trazes
escarabicá pelos güeyos
Coles pates rotes
y les manes glayando un auxiliu que enxamás topó.
Y bien que lu había pedío...
Y enxamás echásteis tras d'ello,
Como si na...

Agora ye areña na playa
y agora yá
báñase nel so mar a diariu
anda encantá
ensin ropa nin prexuicios
ni naide que pudiere molestala.

Agora l'aire ya nun se alienda.
Agora l'aire llévala d'equí pa llá,
Ella ye l'aire
y de la que pasa,
de xuru vos digo,
que vos toca...
Y nun veáis lo que sorisa.

Y vosotros,  fatos y errantes
Vagamundos de realidaes
nin vos enteráis.


************

EL AIRE HÚMEDO


Érase una vez que,
harta de su vida,
Se le antojó encararse con ella
Agarrándola fuerte por el pecho, 
pero se le escapaba entre los dedos, 
      
como las arenas, 
            como el agua,
                       como el aire que , rancio del todo,

Ya no le importaba respirar...

Y lo apartó del todo para quien quisiera respirarlo
Así con esa humedad.

Ella ya no... 
Ya no...

Fué muy triste verla morir así
destrozada por los ojos
con las piernas rotas 
y las manos gritando un auxilio que jamás encontró. 
Y bien que lo había pedío... 
Y jamás le dísteis importancia, 
Como si nada...

Ahora es arena en la playa 
y ahora ya 
se baña en su mar a diario 
anda encantada
sin ropa ni prejuicios
ni nadie que pudiera molestarla.

Ahora el aire ya no se respira. 
Ahora el aire la lleva de aquí para allá, 
Ella es el aire
y a la par que pasa, 
Os aseguro que os toca... 
Y no veáis lo que sonríe.

Y vosotros,  zoquetes y errantes
Vagabundos de realidades
ni os enteráis.


domingo, 22 de julio de 2018

POR NO PODER



Si pudiera
accedería al cortocircuito que altera el deteriorado cableado de mis neuronas 
y caminaría más tranquila por tus piernas de acero.

Si pudiera
dejaría suavemente mi mente en todo, menos en blanco. 
La derramaría en tus ojos
y por una sóla vez viviría en tus sueños.

Si pudiera
recorrería las planicies y
antiplanicies de tus pensamientos
dejando de lado las geometrías impávidas de lo absurdo.

Me sumergería sin miedos
hasta la fosa abisal e infinita
de tu lado más oscuro y desconocido
y alcanzaría ochomiles
en las cúspides de las impertinencias de algunos
y me dejaría caer.

Sí.

Si pudiera
enterraría, de paso,
mis pasos en el barro de arenas movedizas
quedando medio muerta
como el tiempo de un descanso como un inoportuno intermedio como aquellos movierecords con sabor a palomita...
y desde esa agonía
gozaría mirando al cielo.

Y os juro
que seguiría viendo dinosaurios en las nubes
y maceraría mis pensamientos con las gotas
de esta lluvia,
que no deja de caer,
sobre tu frente húmeda 
pero despejada. 

Si pudiera... 
Si verdaderamente pudiera ser, suavemente   sería.


jueves, 14 de junio de 2018

ÁRBOL EN EXTINCIÓN


El amanecer  me desmoronó entera.

Me despertó el ruido de mis ramas al caer.
Las mismas que  tambaleaban mi existencia
a la par que dejaban secas mis raíces.

Desconozco la razón por la cual mis dedos
fueron convirtiéndose en astillas.
Armas letales y oscuras
que podrían violar la intimidad de tu pecho
y arrancarte el corazón,
de cuajo,
haciendo del mismo un fruto hermoso e irresistible
o simplemente una oportunidad  para la tentación.

Quisiera saber por qué las hojas que me vestían
ahora forman parte de la delicada alfombra
que soy incapaz de pisar.
Y también se está secando.

Quisiera saber por qué las mariposas que me engalanaban yacen ahogadas en un suelo lejano que apenas alcanzo a ver,
haciendo un baile macabro y angustioso, con aire moribundo.

No llegó mi primavera.
Fue una falsa promesa.
Otra más.

Me consumí entre lluvia,  desidia y ese gris que me invadió hace ya demasiado tiempo.

Incapacitada, no consigo oir los trinos de los pájaros,
ni las risas de los niños,
ni las pegajosas palabras almibaradas
del amor de hoja caduca
de los amantes a los que tanto di cobijo.

Os lo di todo.

Me estoy muriendo
aunque no resulta doloroso,
mas sí extraño y vertiginoso.

Me apergamino,
aunque por pasar,
no pasa ni el tiempo.

El cielo sigue denotando patetismo con alevosía
y yo juego a subir y bajar el telón de su eterno espectáculo
con un simple parpadeo, aunque a veces dure más de ocho horas .

Algo se ha detenido y no es ese puto reloj.

El corazón de repuesto ya no late, envenenado entre sangre y savia permanece ausente, oculto tras cortezas agrietadas, impertérritas y extremas, que sin duda me protegen.

Sólo viento
Sólo sol
Sólo lluvia
Y hormigas
Y los años por delante dándome solera con fecha de caducidad.

Soy el árbol.
Mírame, soy yo.
Soy sólo yo.

sábado, 21 de abril de 2018

ADELANTE



Seguir.

Caminar vagando y vagabundeando
de manera errante
entre surcos de hilos inestables
de arañas rojas,
arañas ajenas que no tienen
ni tendrán venas,
ni penas,
     ni hadas
         ni nada.

Nada, nada, NADA 

y nadar
en vacíos oceánicos
repletos de alientos,
muertos. 

Pulular
de puntillas
y entre los ecos de voces mudas
y mudar,
cambiar de pelaje a golpe de ola.

Atentar
siendo comando unitario
contra el oleaje salvaje
creado justo a tiempo y a medida.

Y medir
esa distancia mohosa y delirante que os separa
para al fin
dejar de ser tan tangibles
y ser
dos seres vacíos
con demasiado  espacio disponible para llenar.
Para rebosar.
Y seguir,
seguir,
seguir...

martes, 30 de enero de 2018

DOS DESCONOCIDOS


¡Qué bonito era caminar cogidos de la mano!
       así, como si nada,
       así, como si todo. 

Se quedan cortos mis "todos",  mis "nadas",  mis "a veces"...
Caen oblicuos contra mis sienes despistadas,
desgastadas por el roce de los muros de contención 
que me empeño en rebasar 
sin apenas éxito.

Mis ascuas fraguan el poco aliento que me queda, 
mis brasas el de los demás ingratos escupientes de palabras ardientes,
hirientes, 
derrotadas de falacia espesa, 
ignorante y vergonzosa. 

Cala lento 
cala al hueso 
cala cada beso que no das 
ahogándolo en el cielo de tu boca 
y desapareces.

Somos los mismos gilipollas 
que creían quererse ayer 
y hoy cruzamos aceras 
cada uno por su lado 
dejando farolas por el medio 
sin aquellas manos impertinentes 
que siempre se estrellaban contra ellas. 

Los bolsos se llenan de mano, 
el gesto cambió, por amargo, a seco 
y al pelo ya no lo despeina el viento 
que vaga errante entre nosotros dos 
los desconocidos.