de solo pensar.
Me angustian
los vacíos,
las ausencias escogidas,
la nada,
la inexistencia...
la mentira
enmascarada
y tan dulcemente masacrada
tantas veces...
Sinceridad de un lado
del otro... sinsensatez a borbotones.
No puedo,
es inútil intentar ordenar las cábalas más,
no saben
ni qué dirección tomar,
no tienen orden
ni preferencia,
realmente no tienen nada
porque ni tan siquiera son.
No son.
Nunca han sido.
Y dudo que algún día
finalmente
sean...
Son pues,
alergias,
ascos,
sinsabores,
náuseas profundas,
repulsiones,
lágrimas que ya no saben a nada...
al no comprender.
No pueden
porque no saben ser más.
Ni ellas
ni yo.
Si al menos hubiese explicación,
racional,
coherente,
algo lógico al final,
podrían entender,
y hacerme calmar,
pero no.
Nunca eso.
Siempre hastío.
Sequedad.
Nada.
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