lunes, 6 de septiembre de 2010

C`ÉST FINI

Que se baje el telón de este teatro,



que no quiero ver más.






Que me cosan los ojos,


que detestan mirar.






Que se cierren,


si no durmiendo,


muriendo.






Y cuando así suceda,


en este ocaso forzado,


cubran mi descanso


con monedas de mis bolsillos.






Una por párpado,


que no quiero deudas con Caronte.






Y que me saque de aquí,






y denle,






sin falta,






las gracias en mi nombre.






Entonces que aúllen los perros.

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