miércoles, 25 de agosto de 2010

HORAS ROJAS EN EL TECHO

Un día más.


Una noche por delante.






      Insomnio.






Aferrada a una almohada




que está demasiado harta de mí,




enredo mi mente en recuerdos




que me llevan al cansancio,




y al deleznable aburrimiento,




el de las cuatro menos cuarto




y mirando techo,




desencadenando un sueño




probablemente enriquecedor,




que sigilosamente




me puede,




y muero.






Mañana nazco otra vez.

1 comentario: