miércoles, 25 de agosto de 2010

COLILLAS ESPARCIDAS

Ese hombre



camina mirando al suelo con la sabiduría de un dios,



se detiene, enciende un pitillo,



y adquiere un gesto casi místico,



entonces



levanta su vista al cielo,



sonríe,



y negando con su cabeza, la vuelve a bajar.



Camina, fuma, y no hay más.

2 comentarios: