Estaba a gusto en las nubes, empapada de rocío, con el alma en cuclillas,  sin peso ni gravedad.

Fría y casi transparente alzaba un puño entre algodones blancos y un lápiz..

Suave.

Y se tragaba el griterío de una hormiga que sufría.

En la palma de una mano se leían agujeros, risas, agua transparente con sabor a sal, se leían flores, algún que otro suspiro con la h intercalada y calada de humedades desvaneció sin peso su cuerpo. 

Lo dejó caer.

Cuando su piel tocó el suelo fue libre, fue mariposa, fue viento del sur y volaba, volaba alto. 

Y fue estrella y sol y luna.

Fue entre nubes que soñó despacio el algoritmo perfecto que sin darse cuenta ponía fin a todos los Todos.