miércoles, 8 de junio de 2011

PUTO

Bostecé de pura abstemia
partiendo mi alma en dos mitades
la mala y la menos buena,
para al fin
despertar de tan largo letargo.
Y te sorprendí llamándolas putas
desde tu esquina.
Tú,
que viniste con todo el aire
en los pantalones,
tú,
que encontraste
calor,
hombros,
sonrisas,
complicidad,
compasión,
entendimiento,
y todo lo bueno que se puede dar...gratis...
las llamaste putas porque te lo daban.
No hay más puta que un mal varón.
Es el momento de entender tu desdicha,
pues aún sin nacer, la desgracia
ya estaba en tu equipaje vital.
Su pecado: intentar comprenderte
Su penitencia: tu presencia...
y las llamaste putas.
Tú,
que desprecias y embarras,
y así, cobras por ello.
Ni ese insulto te mereces.
Benditas las del burdel a tu lado.
Amo a las putas de verdad.
Tú no das,
exiges,
cobras,
y aún así...
las llamabas putas.
Revuélcate en tu miseria.
Acurrúcate en la cama que no tienes.
Sin nada viniste.
Sin nada te irás.
Ni siquiera un triste beso,
que llevarte a la boca,
ni un amigo al que abrazar.

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