domingo, 3 de julio de 2011

BASADO EN HECHOS FICTICIOS (QUE NO SON REALES)




Un día (que no era un día cualquiera) tras despertar, pegué un salto de la cama, y al mirarme en el espejo, me sorprendió tanto el reflejo, que arrugada y enfadada con el tiempo, cogí con gran rabia mi reloj de pulsera, y apartando las cortinas del balcón, lo arrojé al vacío.

Me asomé y una sonrisa se dibujó en mi cara al verlo destrozado en la acera.



Entonces una niña con vestido blanco y lazo, pasó, vió, se agachó y muy contenta lo recogió, jugó con él hasta que se cansó y a los pies de un árbol del parque (que no era el Hyde) lo tiró.

Un hombre orondo y sudoroso (que no era Jesús Gil, porque dicen que se murió...) pasó apurado con su caniche que su pata alzó y encima del reloj orinó. El hombre cansado se sentó en la terraza del Café pero se tomo un té. Y su perro ladraba con mucha gana, a una rubia en minifalda, que su figura meneaba, hasta que en un árbol, a esperar, se apoyó. Al pararse, tropezó con el roto reloj, destrozándose el tacón (que no era de aguja), y muy enfadada pataleó. Llegó su novio y la consoló. Asió el reloj, y con mucha fuerza al lago (que no era azul) lo lanzó, y el maldito reloj desapareció.



Una carpa (que tampoco era dorada) dentro del agua nadaba, y al ver algo que brillaba, se lo comió. Y al rato picó el anzuelo que un señor dejó.



Era tarde, no sabia qué hora era, ya no tenía medidor, y mi marido llegó orgulloso con la pieza que tanto tiempo tardó, pero que finalmente pescó.

Yo, orgullosa de mi fiera, me puse a preparar la cena, y en el vientre de aquel pez, sin pudor, hinqué la tijera...



Algo duro había ahí dentro, no me imaginé qué era... hasta que al abrirlo vi perpleja que era mi reloj...¡¡qué horror!!



De nada sirvió mi intento

de querer escapar del tiempo.



Cenamos pescado, y nos fuimos a dormir.


Al día siguiente llevé mi reloj (que sí era dorado) al relojero, y le dije que ¡ay! de él, si no lo arreglaba con esmero.

3 comentarios:

  1. Qué gracia... Hombre, me suele gustar más el estilo de siempre (sin rima) Pero esta está graciosa y mola la historia del reloj...

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  2. una paranoia de hace tiempo, gracias!

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