Sentada.
Neurona, engranaje, neurona.
Sol.
(Sola).
Expulso humo
por no expulsar gemidos que provocó un maremoto,
y lo mantengo ahí en el epicentro,
desde el hígado,
quieto,
inmóvil,
latente.
Veo ya muerto el humo
que sube al encuentro de la nube solitaria del cielo.
Canturreo melodías antiguas:
fly me to the moon.
Con las llagas manando dejo que el sol se esconda de mí.
Y se guarda.
Ya se guardó.
Y sale la luna.
Leo la luna alocada que me mira,
leo su cara, y se ríe de mí.
Melena de luna,
leona en la selva de esta noche
leona en la selva de esta noche
que promete ser eterna.
Saco la lengua a la luna
y me enojo con ella,
para siempre,
porque aun no siento seniles mis sienes.
Aun no soy plata.
Ella sí.
Los ruidos de la calle me aburren,
me resultan insulsas las voces,
las risas,
los enamorados asépticos,
que pasean de la mano
mientras contemplan cómo orina su Yorkshire.
Maúllo a la vez que los gatos que son,
de lejos,
lo mejor que he escuchado en este día
tan salado como las gotas del mar,
como las lágrimas de las sirenas
que cantan hoy para que yo las oiga
mañana.
Las libélulas se van a dormir y yo las sigo.
Brisa al fin.
La libertad que da dormir... y soñar (lejos de todo)
ResponderEliminarMa he gustado mucho, sobre todo el final.
gracias Lalina!! me alegra que te guste.
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