Seguir.
Caminar vagando y vagabundeando
de manera errante
entre surcos de hilos inestables
de arañas rojas,
arañas ajenas que no tienen
ni tendrán venas,
ni penas,
ni hadas
ni nada.
de manera errante
entre surcos de hilos inestables
de arañas rojas,
arañas ajenas que no tienen
ni tendrán venas,
ni penas,
ni hadas
ni nada.
Nada, nada, NADA
y nadar
en vacíos oceánicos
repletos de alientos,
muertos.
Pulular
de puntillas
y entre los ecos de voces mudas
y mudar,
cambiar de pelaje a golpe de ola.
Atentar
siendo comando unitario
contra el oleaje salvaje
creado justo a tiempo y a medida.
Y medir
esa distancia mohosa y delirante que os separa
para al fin
dejar de ser tan tangibles
y ser
dos seres vacíos
con demasiado espacio disponible para llenar.
Para rebosar.
siendo comando unitario
contra el oleaje salvaje
creado justo a tiempo y a medida.
Y medir
esa distancia mohosa y delirante que os separa
para al fin
dejar de ser tan tangibles
y ser
dos seres vacíos
con demasiado espacio disponible para llenar.
Para rebosar.
Y seguir,
seguir,
seguir...
seguir,
seguir...