martes, 1 de octubre de 2013

SUELOS TRISTES



Con todo el miedo  
las estructuras de arena se desmoronaron, 
como trozos de carne de leproso, 
como  castillo de naipes del borracho, 
como escarabajo que cae panza arriba y no consigue levantarse, 
como a quién le roban su única ilusión, 
como barco herido en proa, 
como a quién le disparan en las rodillas...

Se vinieron abajo.

Hizo que las arañas tejieran incansables su tela 
desde dentro de las venas 
convirtiendo tu interior en un ovillo, 
hasta que ese hilo plateado que te une a la cordura 
sea sólo un silbido roto en el viento del otoño 
y tu cuerpo seco y resquebrajado  
se caiga como estas hojas que cubren el camino, 
                                                          al suelo.

martes, 6 de agosto de 2013

GOLPES HUECOS


Cae la noche y los párpados.

Caen las bocas difamadoras y difamadas,
ensuciadas de besos que nunca serán poesía.

Los noctámbulos caen,
caen los nichos,
los dichos,
los por qués fosforescentes que pusieron chispa en un ojo
y le cobraron su parte más barata,
la de abajo.

Caen la una,
las dos,
caen mis espaldas del revés.

Cae la espada que parte la noche en dos,
la oscura y la menos clara,
caen todos en una luna que cae encima de mí
que pretende aplastarme…
me aplasta.

Caen quirófanos embarrados en la parte de atrás del ciego,
los cuchillos sangrantes,
goteantes,
todo cae.

Caen las dudas encima de mis esputos y mis heridas
para que venga el perro,  
que a diario pasa olisqueando tus charcos,
y las lama.

Aúllan los lobos cuando caen gozando
y se agazapan a la vera de tu cama.

Aúllas tú, 
huyes, 
caes.



miércoles, 13 de febrero de 2013

VOMITANDO



Nunca me importaste.
No me importas.
No haces mella.
No eres.
No hay guerra que ganar o que perder si no hay batallas de por medio, no hay a quién aniquilar, ni a quién perseguir, si no quieres.
Ni siquiera desenfundé mi espada. Nunca precisé. No hubo tiempo.
No volveré a ser tu presa, tu escupidero, tu mantel sucio, los bajos de tu pantalón. No llenarás más los oídos con tus ruinosas mentiras, no harás de mí nada. La nada sólo vive en ti. No invadirás mi vida, ni podrás acabar con mi risa, no eres quién. No querrás.
No intentes ni moverte, que caminas entre muchas cuchillas que te pueden cortar y eres torpe.
No defrauda quién no puede defraudar más.
No enmarrones, que aunque sabemos de tus posibilidades, el barro sólo llega hasta el suelo y anida allí y  sirve para que en él gocen sólo los cerdos. Goza.
No busques sicarios. No envistas a quién nada te hizo. No quieras ser quién no eres. No lo eres. No lo serás.
No amenaces. No iría más que en tu contra.
No busques más…que ya encontraste…