miércoles, 8 de junio de 2011

POR TU NOMBRE

Clausuro tu nombre por no mentarlo,
porque no quiero nombrarte.

Enciendo una vela

y ahí estás,
entre el humo y el fuego,
otra vez,

entre canciones y llantos,
entre risas y alabanzas,
entre apócrifos y danzas,


sin hacer mucho ruido

símplemente estás.

Sin poder evitarlo
ni siquiera una vez.

Escojo tu aroma

(solo
tu
aroma)

tu ser,
tu yo,
y mi ser tú...
por ser así,
solo lo que hay
y hay mucho...

Me quiero cansar de ti
me quiero cansar de ti
me quiero cansar de ti
castigada a pensar esto toda una vida.

Castigada .

Y me canso de escribirlo, cien veces,
y de pensarlo,
y de no saber hacerlo,
me canso de querer cansarme,
y solo consigo acabarme,
y acordarme...

y entonces ya no...

No me toques la cara,
no me beses,
no te bajes de tu pedestal...
No,
por Dios,
                 (si existiera)

pues ante tal gentil gesto,
caballero,
no puedo más que
desmayarme,
y plácidamente,
al fin,
morir.

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